¡RING RIIIING!!!
-"¿Diga?
-Eeemmm... Perdón, creo
que me he equivocado. Estoy buscando a Irina, una chica rusa que hace
masajes eróticos.
-Joer, pues siento decirle que estas paredes no han visto masajes eróticos desde que
Franco era cabo...
-Ah.. Jjja... eemm...
Disculpe".
Conversaciones como esta
se han repetido telefónicamente en mi domicilio no menos de 15 veces
durante la última semana. Se ve que una web ha publicado
erróneamente el teléfono de la tal Irina y ha dado mi teléfono
fijo. Tiene narices que buscando masajes eróticos llamen justamente aquí porque he visto conventos con más vida sexual que esta casa.
Eeeemmm... ¿Irina?
Dos conclusiones a bote
pronto: 1) Hay que ir con cuidado cuando se da un anuncio con
teléfono en prensa y 2) Vista la afluencia de clientela, si se lo
propusiera, Irina en un par de semanas podría reflotar Nueva Rumasa.
Las primeras llamadas
hacen gracia por la confusión pero a partir del cuarto día ya te
aburres. El esquema de conversación suele seguir una fórmula como
esta:
A) Descuelgue original de teléfono “¿Sí?”
B) Pregunta
sorprendida del interlocutor “Eeeemmmm... ¿Está Irina?” (No sé
por qué pero casi siempre se da el “Eeeemmmm” inicial.
Adviértase que el “Eeeemmm” puede interpretarse como “Me hago el interesante” o como “Creo que la estoy cagando un poco”)
C) Le respondemos negativamente y a veces nos intentamos hacer los
graciositos sin conseguirlo con bromas que pretenden ser amables como “No, Irina debe estar
con Cristiano”, “No está, pero cuando la encuentre preséntemela”
o “¡A la mierda Irina y usted!”.
¡BASTAAAAAAAAAA!!!!!!!!
La verdad es que el
teléfono fijo está más obsoleto que una gala de José Luis Moreno.
Los fijos (hablemos de teléfonos o de contratos) son un vestigio del
siglo XX. Sólo sirven para este tipo de confusiones y para mantener entrañables tradiciones como la de colgar a los
de Jazztel cuando te llaman, como llevan haciéndome diariamente a las 20h durante los últimos 3 años.
He intentado darme de baja
de la línea de teléfono manteniendo la conexión de internet, pero
resulta que renunciar a un servicio te sale más caro que mantenerlo
(esto es para meditarlo también, tiene coña) así que la única
solución es contactar con la tal Irina y avisarle de que modifique el
anuncio. Estoy en ello. Puede ser el fin del problema y el inicio de
una gran amistad.